Podría comenzar este relato invocando el ¡HABÍA UNA VEZ! tal como si fuera un cuento para niños, y la verdad es que no esta lejos de ser UNA HISTORIA de esas en las que el héroe triunfa sobre todas las dificultades.
Tengo la enorme satisfacción de conocer parte de esa historia contada por el principal autor de esta epopeya: fue allá por el año 1963 cuando dos jóvenes con gran inteligencia, osadía y responsabilidad decidieron emprender un camino del que conocían solo el inicio y que ni siquiera en sus esperanzas e imaginación estaba el final que todavía no llega y esta lejos conocerse.
Como casi la mayoría de las empresas Argentinas, Limay fue creciendo de acuerdo a los requerimientos de sus clientes. Pero ésta en particular mucho mas, FUNDAMENTALMENTE POR la TENACIDAD permanente de su Director, el Ingeniero Eduardo Simon Balicchi, quien no dejó nunca de investigar y trabajar para mejorar procesos e innovar en todo lo que emprendió desde su inicio como profesional e investigador. Una persona formadora de grandes profesionales que hoy están ocupando cargos importantes en grandes empresas como Schneider o Siemens e inclusive formando empresarios que a través del tiempo CREARON también sus propias empresas.
Limay tuvo sus años dorados por las décadas del ‘70, ‘80 y ‘90. Luego por temas personales y situaciones que afectaron la economía del país, esta gran empresa comenzó una época de flaquezas pero nunca claudico en sus objetivos Y PONIENDO ese amor propio de los que hacen grandes cosas como el Ing. Balicchi JUNTO A la compañía incondicional de SU ESPOSA Perla y UN equipo formado en el riñón de la empresa. TODOS ELLOS SOSTUVIERON Y SIGUIERON luchando contra esas vicisitudes.